Conclusiones



Espacio para compartir las teorías psicológicas que llevamos dentro...

Psicología, Sexología, Salud, Educación, Filosofía, Opinión, Comunicación, Divulgación, Humor, Política, "Mascotas"...





Cruzando el medio y la mitad, crece entre nunca y jamás

M83 - Midnight City

2 comentarios:

Iracy dijo...

Nunca y jamás son dos de un mismo estado. Como el medio y la mitad! Os cuento en este estado, espacio, en un blog: Como quien va a Alcohólicos Anónimos y dice, no soy alguien anónimo, tengo un nombre, y un problema... que bebo, y esto me hace daño, por eso estoy aquí y lo comparto con vosotros, porque quiero, en realidad y de verdad, hacer algo útil de mi vida, creer que, tengo algo que puedo ofrecer, y que, podría llevar otra vida distinta hasta la que he ido haciendo hasta ahora...

Anónimo dijo...

Algún mundo soñado
Miraba desde el chaflán de la calle el cielo y soñaba. Su ilusión era escaparse del lugar…Y, ¿Cómo? Estaba en sus manos la forma y el modo. Sus globos salvadores. Otra vez las invisibles y pequeñas lianas que tiran de la dignidad que compone su rostro para decirle: “Que no. Que eres adulto “. Resultaba como si algún pequeño o mayor y con la levedad de un alfiler, disimulado y que los pinchara en sus sentidos. Así viajaba su alegría a la nada. ¡Otra vez la dignidad! Se decía. Otra vez el cielo. Tan inaccesible. Siempre.
¡Era posible!... Pero no. Como iba a llevar a un mundo nuevo su casa, como aquella tortuga que recordaba que así lo hacía con su morada e iba por un mundo virtual y de acecho. Ah, claro, por la acción del muy mecanizado celuloide. ¡Así sí! Se dijo.
Llegó un día de prodigio que por magia sólo lo otorgan las tecnologías, concatenadas en la ilusión de su inventor. Flotaba. Vaporoso. Increíble él y sus globos
Pero quedo postergado en un sudor frío metal, el real de las sábanas. Pensar. No podía. Pero pensó de forma extraordinaria por gracia como un guiño del autor: “Iré con mis globos para ofrecérselo a los niños “. Las pequeñas lianas que tiraban de su cara y de sus gestos, ahora dignas que él no notó. Se miro tiernamente con su creador.
Paraba un momento de mirar al cielo.
JCP