Conclusiones



Espacio para compartir las teorías psicológicas que llevamos dentro...

Psicología, Sexología, Salud, Educación, Filosofía, Opinión, Comunicación, Divulgación, Humor, Política, "Mascotas"...





Reflexión


Cuando me regalaron el libro “¡Indignaos!”, al leer el título en la portada exclamé: “¿¡Más aún!?”… La respuesta es: por supuesto. Porque no estamos hablando de indignarse, y luego resignarse, sino indignarse y pasar a la acción, una acción pacífica, por supuesto. Yo me paso todo el día, y la noche (con sus pesadillas de la muerte, je), indignada, pero, qué hago? Ná, RESIGNARME. Pues muy mal. Bueno, exactamente, sí que hago algo, hago, lo que puedo. Una forma pacífica de acción es la estampa de encadenarse a un lugar determinado y reivindicar con un cartón escrito a boli mi demanda. También está la posibilidad de hacer huelga de hambre, pero esa opción está totalmente descartada en mí porque si llevara a cabo esa acción, en mi casa lo que iban a pensar es que la demanda es una excusa para no comer, porque estoy anoréxica perdida. Otro día DEBEMOS hablar de la anorexia, la nerviosa, matizo, es por eso que lo hablaremos, en otro momento. Y lo de encadenarse, a mí eso siempre me pareció que era más bien un juego sexual, ay, soy sexóloga, no idiota… Lo de recoger firmas, como normalmente hay que acumular una cifra desorbitada de firmantes, tampoco me valdría porque yo ni tengo un millón de amigos, caigo fatal, imposible, ni conseguiría si quiera un autógrafo de un famoso, que soy muy vergonzosa, imagínate de alguien que no lo es y le estás pidiendo que se implique, aunque viva tu misma causa. También está, sencillamente, organizar una macromanifestación, pero ya empezamos mal si es que yo soy la primera a la que nunca se le verá el pelo en aglomeraciones, a mí no me vais a encontrar nunca, más, en la tomatina de Buñol, por ejemplo. O el día uno pistoletazo inicio de rebajas, puff, si lo mejor es ir al final, cuando ya no quedan tallas, pero precisamente para no poder comprarte nada, porque ya nada necesitas, es vicio, jaja. Es broma, se inventaron las rebajas, y se convierten en la única ocasión en la que puedes comprar algo, ya que debe ser que es que el resto del año pretendían robarte por el mismo artículo, pues oye, las ofertas no significan menos derechos, se conservan, eso está bien, menos mal que es así, porque podría no serlo. Total, que hay más modalidades de movilizaciones en cuanto a expresar una causa, y que precisamente no son actividades poco ortodoxas, las cuales son las que desacreditan dichas reivindicaciones. Lo que no se puede hacer, es una manifestación y acabar rompiendo contenedores, contenedores, contenedores, etc, no quisiera dar ideas. A alguien que hace eso, le miras y le preguntas: “¿qué haces?”, a ver qué te contesta. Desde luego, a alguien que hace eso, es para no preguntarle nada, porque la respuesta no va a ser mejor que su conducta. Eso, es para apuntarlo pero ya en general, como la vida misma. Pero estamos hablando de hacerse escuchar. Y no de que nos critiquen! Y con razón. Abogo porque en los colegios se enseñe a expresar las vivencias cuando en concreto son dispares a la norma social, de una forma que esté dentro de los parámetros de lo que el ser humano sí es capaz de hacer, porque, al igual que el ser humano es capaz de lo peor, también es capaz de lo mejor. Por eso, la educación es la base de cómo, en este caso, comunicarle al mundo que, está equivocado, porque toma decisiones que no contentan a todo el mundo. En realidad, a mí siempre me pareció que vivía en la Tierra pero yo era de Plutón, de fuera, vaya, si es que da lo mismo Marte que Plutón o Júpiter, aunque seguro que no da lo mismo, claro, y Saturno qué, todo el día bailando julajop, jaja, mejor de Saturno! bueno, me pierdo me pierdo, retomo retomo, pues que ya va dando la sensación de que, el mundo toma decisiones, y los ciudadanos tenemos que estar ahí rebelándonos y reivindicando, básicamente la evidencia, la cordura, la coherencia y la lógica, todo eso constructos, conceptos inventados fruto de la fantasía porque debe ser que no es algo connatural, inherente, existente, en el ser humano; sí, en forma de eso, invento, fantasía, ideal, vamos, la teoría. Porque en la práctica, ocurre tal que los designios tienen que ver con puntos de vista que no son los nuestros, que parece que no van con nuestros intereses, intereses comunes? Pues ésa es la impresión que me da, pero en realidad, da lo mismo. La clave está en educar en indignarse y en participar de la vida, porque nunca se sabe en manos de quién puede caer el mundo. Y el más allá de un estudio del comportamiento humano en toda regla, es esa posibilidad de esos humanos de quienes los demás, que se supone que “somos” los sensatos, tenemos esa visión de que míralos ahí tomando decisiones, estando en el poder, y que parece que no piensen… qué pasa? que los que pensamos los hemos puesto ahí arriba en el podium? O es que la mayoría no piensa y por eso están esos ahí que no piensan y va y quienes piensan son los que tienen que recoger firmas? De quién vas a recoger firmas, de los que piensan o de los que no? de los que sí, está claro. Supongo que el mínimo de firmas no es el mínimo necesario para que salga un gobierno que piensa. Yo qué sé, siempre se me dieron mal las matemáticas! Os voy a poner el ejemplo, por cierto, un inciso, cuando se dice “ejemplo práctico”, vamos a ver, el ejemplo, como no sea práctico, no sirve para nada, para eso es un ejemplo! Un ejemplo teórico es lo mismo que contar un cuento, porque verdaderamente el ejemplo es más que la moraleja ;-) Hasta aquí el inciso, je. Pues un ejemplo de indignarse, es el siguiente: eso que estás en casa, con la nada inmensa y con todas las pesadillas, que ni siquiera tienes insomnio, porque vas todo el día que te duermes, y ya no sabes si es depresión, subdepresión (la que no se puede diagnosticar porque no cumple todos los criterios diagnósticos, sólo unos cuantos), o porque alteraste el horario, o porque naciste alterada, o vampira, en fin, para la inmensa nada disciplina que te corresponde, no respondes, da igual, pues con todo eso, empieza a picarte la nariz de que debes VOLVER al INEM, presientes que tienes que ir al INEM. Y vas, para no sentirte culpable, y para por si acaso, no te penalicen que algo habrás hecho mal. Pues tócate la nariz! Vaya y va lo que me dicen al ir! Para eso no voy! O menos mal que fui! Joer, si es que ya se parece como que vas al médico, que te saca de tó! Pues es que resulta que, la última vez que fui al susodicho organismo, el INEM, muy amablemente me apuntaron a un curso que te pagan y todo si lo haces. No es que me lo merezca, es que como ya no está la ayuda de los 426 euros, pues ahora existe esto. Hombre, yo hubiera preferido el subsidio y ya está, en casa percibiéndolo, pero se ve que con la crisis eso ya se acabó, pero, como hay crisis, te colocan esto de este curso que cobras. Por mí, a ver, para estar en mi casa, escribiendo en el blog, que no me hacéis ni caso, prefiero estar haciendo un curso y que me paguen por ello! jaja. Qué va, para nada. Pero es que, además, si la historia es que yo tendría que estar dando esos cursos! que para eso me formé, no recibirlos, que no me cabe nada ya en el currículum en el apartado “formación”! En fin, que sepáis que una ayuda se ha cambiado por otra, ok? Pues tela, que rellené la solicitud, y va y yo PREOCUPADA porque digo: “joer, no me llaman”, pues que me habían descartado, atención, por cobrar una renta que se sale de lo ajustado. Vale. Entendería la razón si fuera así, porque la idea es ésa, ayudar al desfavorecido, no al que tiene oportunidades. Eso es el bienestar social que nos han contado (y que se aplican unos cuantos que no deberían, jejeje, pillines). Pero si el caso, mi caso, que es nuestro caso, es que no estamos cobrando nada de nada de nadie, público, ok? qué cara se me puede quedar a mí? la de, indignada? Ahí está, ya podía yo quedarme en mi casa esperando a que me llamaran, o por lo menos que me NOTIFICARAN que se me ha denegado, por esa razón, inventada, claro. Ah, puede ser que es por eso que nunca iba a recibir una notificación, porque es inventada, no van a contarte un cuento, sólo esperan a que tú te creas que es que somos muchos, hay crisis, y que “ya te llamaremos”. No estoy diciendo nada del otro mundo, es “movilízate”. Bueno, yo me moví, y descubrí este asunto, me sacaron el papel ya preparado y correspondiente para cuando quieres quejarte, y alegué que, mi queja, era, “yey, qué pasa? me denegáis una ayuda por una renta alta que no existe? No estoy cobrando ni rentas ni ayudas ni becas ni subsidios, guapo”. Pues eso. A ver, si como, en otras ocasiones, me hubieran pedido los datos de mi familia, pues el Estado ya contempla que quizás tú eres la oveja descarriada que no sale a flote y que te mantengan tus parientes, a lo que en mi familia me decían: “tú dí que eres huérfana, nada, tu familia a ti no te hace ni caso”, jaja. Es un poco así, sí, pero nunca coló. Pero esto que han sacado no es así, que no te piden los datos de tu happy family, y ya daría igual porque con los recortes y congelaciones, están las familias como para mantener a los parientes… Y de eso está viviendo y sobrevive este país, pero es para indignarse. No? Y a todo esto, compruebo que os está costando leeros sesenta páginas, el libro, “¡Indignaos!”, o que todavía no lo habéis pillao. Tendría que ser gratis, jejeje, pero si lo fuese, la opinión pública pensaría que es un panfleto, pero ese precio simbólico, que estás pagando unas cuantas profesiones con menos de seis euros, lo convierte en lo que es, un libro. Pero ocurre que, leer, es leer “X” literatura. Por eso también, lo de que hay que leer, pues, vale, sí, claro, mi blog es lo que hay que leer, vamos, no me jodas. Ay, hay que leer! El qué, ésa es la cuestión. Y se ve que alguien más se hizo con el libro y se hizo eco. Lo LEÍ hoy en el periódico ya habitual del café, y aquí va sin las manchas del periódico el enlace a este chico que da su opinión sobre el tema. Además, añado, la verdad es que, si las viñetas no son de Forges, no me hacen gracia, vaya, pero una que vi hoy en el susodicho periódico me hizo cierta gracia, y os la encasqueto ya que más o menos tiene que ver, o lo relaciono yo, ea. Me temo que incluso vivimos un momento en la historia de la humanidad donde indignarse ya no es histórico, ya no es hacer historia. Quizás estamos viviendo el momento en el que el ser humano se está dando cuenta de que sí hay que indignarse pero estamos cambiando las formas, no nos encontramos en mitad de un terreno y empezamos a lanzarnos flechas, o balas, que ocurre, en muchos puntos del planeta, pero ya chirría porque suena a negocio, feo feo, una cosa es que el ser humano acababa de bajar de los árboles, por decir algo, y otra cosa es el momento en el que vivimos, está clarísimo, je, pero, desde luego, vivimos el momento de la historia más pacífico de la historia. Eso es un logro, de la inteligencia humana, de la evolución de ese cerebro, muchas veces traicionero. Son nuevas las formas de expresarnos, y quizás aún las ideas no son lo suficientemente eficaces y potentes porque nuestros cerebros aún se están adaptando, tomando forma. Ups, a ver si en el fondo, en el profundo fondo, el blog es optimista pero no puede evitar no serlo!
Artículo de opinión sobre el libro.

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