Conclusiones



Espacio para compartir las teorías psicológicas que llevamos dentro...

Psicología, Sexología, Salud, Educación, Filosofía, Opinión, Comunicación, Divulgación, Humor, Política, "Mascotas"...





Nada parece tan verdad



The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it...
'cause nothing seems so truth,
when I'm beside you,
and my dream,
of all thing is all in my hand,
naked, perfect, so beautiful...

The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it,
'cause nothing seems so truth,
when I'm beside you,
and my dream,
of all thing is all in my hand,
naked, perfect, so beautiful...
You turn me up and down,
I was spinning round and round,
you never get enough, baby you don't,
you're a shining star...
The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it...
You're my soulmate, my summer and my faith,
you fill me up with love,
your kisses are better than wine,
there's nothing I want more than you, girl...

The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it.
You're my soulmate, my summer and my faith,
you fill me up with love,
your kisses are better than wine,
there's nothing I want more than you, girl...
You turn me up and down,
I was spinning round and round,
you never get enough, baby you don't,
you're a shining star...
The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it.
You're my soulmate, my summer and my faith,
you fill me up with love,
your kisses are better than wine,
there's nothing I want more than you, girl.
You're my soulmate, my summer and my faith,
you fill me up with love,
your kisses are better than wine,
there's nothing I want more than you, girl...

The way you look at me,
the way you touch me,
the fire are in your eyes,
(I swear) makes me shivers inside,
there's nothing I can do about it.
You're my soulmate, my summer and my faith,
you fill me up with love,
your kisses are better than wine,
there's nothing I want more than you, girl...

SHINING STAR - GET FAR

Estrés

En unos días llegará agosto, y tendré medio vacaciones: trozos para trabajar, y trozos para desconectar. Así que, estaré un mesecito incubando historias para la vuelta al blog en septiembre. Bueno, si veo que tengo un hueco, lo que haré será reflejar como hago algún mail de esos xorras que llamo yo, o colgar algún vídeo, alguna canción, o proponer la recomendación de alguna película ;-) Pero en principio, el mes lo voy a utilizar para desestresarme… Vale, si sigo currando en agosto, estrés va a haber, jejeje. La verdad, esperemos que no, si no, vendré corriendo corriendo a contarlo contarlo en el blog. Qué va, puedo estar agradecida por trabajar, y además el mes de agosto va a ser más tranquilito, así que, no hay razón para preocuparse. De hecho, ahora sí que me voy a poner con el tema estrella aquí en el blog. Podremos hablar de esto, de lo otro, opinar, y en mi caso, dar leña al mono, y desparramar el cerebro. Para quien escribe, como escribo yo, nunca sabes lo que pueden llegar a pensar de ti. Precisamente, espero que penséis de mí que estoy quemadísima de la vida. Es que me agarro a ella como a un clavo ardiendo ;-) El tema en cuestión es el estrés, la ansiedad, el agobiarse, el contracturarse… Lo que hace el psicólogo (yo no, por supuesto), es explicar lo que es la ansiedad, y va y te cuenta la historia a continuación: hay un nivel de ansiedad aceptable, incluso recomendable, porque te activa y te mantiene alerta, para reaccionar en la vida, responder adaptativamente según las exigencias del entorno. Luego puede llegar un punto en el que los requerimientos sobrepasan los recursos, vamos, que no posees las herramientas necesarias o suficientes, y entonces hay un desajuste, un desequilibrio, y para salir de ahí, lo haces pero desadaptativamente. Pues lo que va siendo el día a día, a mí me parece que ninguno de nosotros vamos diferenciando lo que es la ansiedad justa y necesaria. Es decir, que no “caemos” en darnos cuenta de esa ansiedad aceptable. Es más, vivimos, y mientras, decimos que estamos estresados. También es verdad que habrá quien no se estrese, pero esa persona es porque lo que hace es estresar a los demás, así es como se quita el estrés. Efectivamente, primero hay que sentirse responsable de los propios actos para poder experimentar estrés. Digamos, entonces, que la ansiedad convive con nosotros mismos, pues ya sea la recomendable o la no recomendable, está ahí. Lo que ocurre es que la recomendable no la percibimos. Por tanto, como psicóloga, nombrar ese nivel de activación beneficioso es poco práctico. Cuando respondemos satisfactoriamente a las cosas que nos pasan, pues no hay más vueltas que darle. Bueno, sí, para ver que “podemos” ;-) Pero, de hecho, en general, vivimos la vida como podemos, y así un día tras otro. Sin embargo, nos puede pasar dos cosas: una, que vivamos como percibiendo que nos acompaña una sensación de nerviosismo, de malestar, de estrés, de ansiedad…, y otra, que tenga lugar algún acontecimiento. Si es este segundo caso, el de que va y pasa algo, podríamos decir que ese algo es en sí mismo estresante, pero siempre será nuestra manera de responder lo que incline la balanza. Hay incluso un listado de acontecimientos potencialmente estresantes, que el ser humano ya lo ha inventado todo, je. Son sucesos que a cualquiera de nosotros nos desestabilizaría en un momento dado. Pero volvemos a cómo reaccionamos para no hacer de ese suceso un sin vivir. Fundamentalmente, primero habría que entender que las cosas nos pasan a los vivos, por muy desagradables que sean, pues también ocurren experiencias agradables. Ni vas a estancarte en lo desagradable, ni en lo agradable. Exacto, ni en lo agradable. Sí, ser positivo y todas esas cosas vienen bien, hay que ser positivo. Pero no creer, y menos aún, esperar, que sólo nos va a pasar lo agradable, ni vivir preguntándose cuando algo no lo es “por qué a mi?”, en fin, quien se haga esa pregunta, le tendría que aparecer una voz que le contestara: “porque estás vivo, no te jode”, porque es a los vivos a los que nos pasan cosas… Nadie quiere pasarlo mal, ni que le pasen cosas malas, ni estar en situaciones comprometidas, ni vivir lo malo de la vida, o que la vida no le sonría. Pero hay que contar con ello. Sería una debilidad pensar en que mejor sería no haber nacido, o no seguir con la vida. Se llama cobardía, y se llama depresión: verlo todo muy muy oscuro. La ansiedad está muy relacionada con la depresión, precisamente porque de no saber cómo obrar, pasas a no querer obrar. Claro, a ver, quién no iba querer que las cosas le vayan bien, y verse a uno mismo estando bien, reaccionando bien, y ser más o menos feliz. Pues de eso se trata. Y ahora es cuando digo que, nadie dijo que era fácil. Ya, pero puede serlo y no a la vez. Me explico. Ya sabemos que las cosas nos pasan a los vivos, y que serán más y menos deseables. Ahora añadirle que la vida es compleja, tanto lo deseable como lo no deseable, todo va ligado a una serie de factores. Con esas dos premisas, que la vida sea fácil o difícil, es un pensamiento parecido a la actitud de ser positivo o negativo. Incluso dices “si fuera fácil, sería positivo”, o “soy positivo, por eso lo veo fácil”. Pero hay cosas a las que no queremos llamarlas fáciles, y cosas que vivimos que no toca ser positivo. Y nos permitimos el lujo de vivirlo mal, olvidándonos de que la vida son dos días. Bueno, puede ser, pero ya estamos con las matemáticas (ves? psicología y mates están más cerca la una de la otra de lo que os imagináis), es decir, que si son dos días, lo que es un delito es pasarse uno y medio viviendo algo mal porque es lo que toca. Si nos ponemos así, habría que llamar a las cosas por su nombre y empezar a sacar a la luz lo que pesa lo malo. Lo malo es como muy malo. Se entiende que lo malo existe, pero no puede uno “rebañarse” y vivir en ese estado, al fin y al cabo, o seremos perdonados, o seremos compensados (lo malo es terrenal, y lo bueno es lo que nos espera, o hay alguna razón por la que ahora estamos mal, seguro…). Pues sin ánimo de chafar el cuento, o nos perdonamos a nosotros mismos, o hacemos nosotros mismos por compensar lo que vivimos. No digo yo que las creencias y las perspectivas sobre lo malo que nos pasa no puedan circunscribirse a una realidad de fe, pues cumple su función. Sólo esperaría que, quien tuviera fe, no sufriera. Pero es que son humanos igual. Así que, dejando a un lado, lo malo, o lo bueno, de creer o no creer, o buscar razones y explicaciones en otra galaxia, vamos a centrarnos en ésta, que la otra odisea no la compartimos todos, ésta donde posamos nuestros pies día a día, sí. Y es en el devenir de los días cuando experimentamos toda una gama de emociones. Prácticamente, la actitud lo es todo. Para ayudarnos a no sufrir ese estrés, hay que situarse estratégicamente. Y puede ser ver la vida de forma positiva. Lo que pasa es que eso es más fácil de decir que de hacer. O comentar “esto también pasará”. O que venga alguien y te diga “no te quejes”. O que la vida no hay que tomársela así (de mal). O “anímate”. Incluso está el que te quiere hacer creer que eres una paranoica para que bajes la guardia… Todo es estrategia, saber actuar en cada momento, a todo lo que nos pasa en la vida. Vamos, lo voy a repetir: “saber actuar en cada momento, a todo lo que nos pasa en la vida”, no me digáis que ya sólo eso es estresante en sí. Puff. Sólo de pensarlo, se te mete una ansiedad por el cuerpo, que te contracturas la espalda y la mente… Pues es que es así, no hay truco. A ver si las malas decisiones, son para celebrarlas, enga, claro que sí, y cuando reaccionas mal, y cuando no acabas de salir de un cogollo va y te metes en otro lío… Todo es estrés! Así que, o uno es imbécil, o todos los demás son gilipollas. Uno intenta hacerlo bien, y ale. Pues con intentarlo no es suficiente. Ala, más presión. No hay escapatoria. La ansiedad es la sombra que te sigue para acecharte. Es un duendecillo xungo que te amarga la existencia. Vaya plan… Pues no es plan, está claro, no? Habrá que (re)plantearse otra forma de estar en el mundo. A modo de comportamientos saludables, tiene que ver con llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico, tener momentos de relax y ocio, y que la ocupación de uno, ya sea estudiar y /o trabajar, entre en consonancia en cuanto a distribución de la vida de uno junto con el resto de áreas que conforman el todo. Sí, fácile i divertente. Si sólo para relajarte, eso que te tumbas, y pasa una moto que retumba todo el barrio! O el ocio, para quedar con la gente querida, al final siempre pasa algo. En el trabajo ya ni os cuento. Y para llevar una alimentación saludable, qué, voy a tener que cocinar? si se me sale tó el arróz ahí hirviendo de la olla! Y ejercicio físico? pa cansarme? ja ja. Si me pillo una bici, qué, arriesgo mi vida por las calles para caer muerta como una mosca? Todo puede ser estrés! Otra es lo de la serotonina, el cerebro haciendo de las suyas. Aprovecho para proponer que en los envases de las cosas, pongan si lleva y cuánta serotonina hay en la composición, y así ya me voy regulando yo. Es lo mismo que ir a la farmacia, pero la felicidad ya está en el supermercado, y no me refiero a la bolsa de patatas fritas… O sí, jeje. El chocolate, sí, es un aliado, pero de la barriga, no te jode. Qué va. Todo es en su justa medida. Ni siquiera andar todo el día relajado es bueno: te atontas. Total. Me acercaría a decir que la ansiedad, los nervios, el estrés, se parece a una forma de estar en el mundo. Es cierto que habrá ocasiones en las que podamos distinguir un antes y un después de alguna experiencia, pero aún así, la idea no es que la vida sea ir tirando. Tirar de qué? Para que el globo suba, hay que soltar lastre.

Censura

Cómo explicar el nacimiento de un niño en el siglo XXI

......las abejas, las flores, la semilla en la tierra...... ......... ......eso está desfasado…
SEAMOS MODERNOS!
Un bonito día, un hijo le pregunta a su padre:
- Papá, cómo nací yo?
- Muy bien hijo, algún día debíamos hablar de esto y te voy a explicar lo que debes saber: Un día, Papá y Mamá se conectaron a Facebook. Papá le mandó a Mamá un e-mail para verse en un cybercafé. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y se entendían muy bien. Papá y Mamá decidieron, entonces, compartir sus archivos. Se metieron, disimuladamente, en el W.C. y Papá introdujo su Pendrive en el puerto USB de Mamá. Cuando empezaron a descargarse los archivos, se dieron cuenta de que no tenían Firewall. Era ya muy tarde para cancelar la descarga e imposible de borrar los archivos. Así es que, a los nueve meses...... ......... ......... apareció un VIRUS.

A pesar de todo y sin embargo

La siguiente historia es más fácil de escribir que de leer. Está contada de una manera muy explícita, y eso no siempre es de agradecer. Pero me atrevo a decir, que en algún momento de nuestras vidas, todos hemos dicho las cosas como nos salía del alma... Comienza así...: “Mandar a la mierda” es una expresión bastante ilustrativa. Incluso se le podría decir a alguien que una vez en ella, en la mierda, ni siquiera las moscas se posarían, es decir, decirle a alguien que no tiene nada aprovechable, que no es provechoso en el planeta. Sería subjetivo, claro, porque para alguien serás una pérdida de tiempo, pero para otra persona serás el destino. Pero desde el punto de vista del que manda a tomar viento, que a éste uno le parezca un moco y que a otro le parezca el no va más, es que, ese otro alguien al que le parece el mundo, no tiene ningún criterio, nada de credibilidad, o tiene la percepción alterada, o es que no sabe que el anterior alguien es una mierda porque sencillamente esa mierda de persona no ha mostrado su lado oscuro, y así, cualquiera, vamos, para cualquiera puedes ser el mundo. Enseña tu mierda, y a ver quién permanece a tu lado. Sí, los que no tienen olfato, ni vista, ni tacto, ni gusto, ni oído. Puag. También es verdad que mandar a la mierda a lo que ya era una mierda, tampoco tiene mucho mérito. En ocasiones, es que no sabías que la persona en concreto lo era, seguramente porque eso es algo que se va averiguando: uno no va enseñando sus cosicas ná más llegar. Y otras veces, es que no lo querías ver, no podías verlo, porque te entretuviste valorando lo positivo, y no hiciste un justo balance de las cosas… O porque en un momento dado pesa más lo xaxi que lo xungo. Pues básicamente, todo tiene que ver con el aprendizaje. Uno va haciendo equilibrios entre lo positivo y lo negativo de las personas. Luego ya, quizás viste que te iba mejor quedándote con lo positivo y obviando lo negativo, o quizás viste que te iba mejor averiguando cuán negativo estabas dispuesto a soportar y entonces, inevitablemente, descartar y seguir buscando lo positivo, en otra persona, y vuelta a empezar. Vale, sí, me parezco a la segunda descripción. Es que, a mi, siempre me resultó cuestionable el ir obviando las cacotas de la gente. A ver, yo trato de enseñar mi lado bonico, qué hace la gente despreocupándose por no tener un poco de miramiento? O es que hay personas acostumbradas a ir pensando que los demás estamos para ir mirando para otro lado? Claro, como suele ser esa la conclusión, o el comienzo de la convivencia, o más aún, la civilización, el mirar para otro lado (porque si no, ya nos hubiéramos mandado todos a la mierda) pues es casi un hecho que la vida sea eso. Por tanto, el mal acostumbrado es el que se cree que cada uno es responsable de su caquita, de su metedura de patita, y que aprenderá y no lo hará más, que si vas tú a decirle que se ha cagao fuera del tiesto, no se lo va a tomar a mal, incluso pensará qué suerte tuvo al encontrarte que estás ahí para decirle que meter la pata la metemos todos, pero que se puede sacar y no volverla a meter… Sísísí. También puede ser que el que apuntó fuera del orinal, se vio sintiéndose mu mal no porque todos cometemos errores, sino porque su error fue castigado y no comprendido, por lo que acaba meándose fuera del orinal ya sólo por joder, y creer que esa conducta sí que será comprendida, por quienes miran para otro lado, por lo que, al final, ni siquiera hace falta mear dentro del orinal… Y entonces llego yo para decir: pero es que no quieres hacer las cosas bien? no quieres hacer pipí donde toca? y sin salpicar y eso (mejorar la técnica, yo te enseño, jejeje), y resulta que la respuesta está en cómo le funciona a uno, y es que, si te va bien si los demás te comprenden, para qué habría que hacer canasta? Hacer las cosas bien, qué quiere decir? Precisamente, si yo no me diera cuenta (mirara para otro lado) cuando algo no se hace bien, no habría cosa mal hecha que subsanar, al fin y al cabo, es mía la percepción, por seguir con la metáfora, “dentro” y “fuera” del orinal, pues puede llegar alguien y decir: “estará fuera del orinal, pero está dentro del ratio razonable”… Es como lo de una mierda pinchada en un palo: habrá quien lo llame “mierda pinchada en un palo”, y habrá quien lo llame arte. Pues sí: a pesar de que eres una mierda pinchada en un palo, sin embargo, eres arte. Así se podrá entender que ya no es que una persona no te valore y otra persona sí te valore, sino que una misma persona te valorará y no te valorará. Sería lo suyo, pues todos tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos. Lo que pasa, es que, lo que suele ocurrir, es esa balanza: si te valora más de lo que no te valora, se instalará a tu lado; si no valorarte pesa más que lo que valoraría de ti, pues se pira. En principio no todo vale, desde mi punto de vista, lo cual ya me lleva a sesgar esta historia. Si pensara que todo vale, prácticamente me pasaría la vida mirando para la luna, y creyéndome que la vida es eso: el resplandor de la luna llena. Total, es una forma como cualquier otra de engañarse. El quedarse con lo guay y rechazar lo feo, también es desvirtuar… Habíamos quedado en que todos tenemos virtudes y defectos. No querría parecer yo que, en todo caso, me permito la licencia de rechazar lo feo por lo bella que me creo. Ni voy a decir “puff, con los defectos que yo tengo”, y que ni yo misma me lo crea. Eso se llama arrogancia, presunción, prepotencia, puff, feo feo. Quizás, cuanto más me veo que prescindiría de lo feo, menos detestable me encuentro a mi misma: mi voluntad de hacer de la vida un lugar más deseable, es por querer ser mejor persona cada vez, y tratar de no ir enseñando mi lado tenebroso. Esa buena voluntad, me aleja de creerme ser dios, que todo lo puede y los demás pecan en sus faltas (de gusto, de miramiento, de respeto, de educación, de saber estar, de felicidad…), pero me acerco peligrosamente a la rebeldía. No se puede estar detrás de cada ser humano y su cacota, diciéndole que aprenda y que se motive en hacer lo que hacen los gatos o los perros después de… Acabarán por echarte en cara que es una misma la que tiene que ir con la bolsita y recoger, si me molesta, lo que se supone que les sobra, o habrá quien te diga que caga flores. Normalmente pasa que ellos solos se van, se marchan o te echan, y se llama incompatibilidad de caracteres, o no encajar. Y piensas, “es que hasta aquí llegué, no me han valorado, y debe ser que me espera algo mejor”. Presumiblemente sí, pues si no han llegado a captar la idea, mejor es no estar ahí explicándote… Ves? si hubieras mirado para otro lado, no se te quedaría cara de circunstancia. Y constantemente hay que estar aplicando la sabiduría popular: “ver, oír, y callar”. Qué lástima, ups, perdón, me salió la rebelde pero ya en plan triste. Un planteamiento que hace de la vida una guerra, llevándote un disgusto por la derrota en la batalla. No voy a ganar la guerra (en el trabajo, en la familia, en la pareja, en la ventanilla, con los vecinos…) porque no sé convencer de mi valía. Seré siempre un espantapájaros… No queremos eso, verdad? no puede acabar la historia así. Tampoco está mal, todo el campo para mí, y un epitafio que diga “es que no me hacéis caso, no todo el campo es orégano”. Bueno, teniendo en cuenta que lo que se quiso siempre es hacer las cosas bien, pues no va una a complicarse la vida que ya es compleja ;-) Si una tiene un especial morbo por ver el grano en lugar de la peca, el morbo del otro puede consistir en meterte el dedo en el ojo, así que, una puede saber cuál es su especialidad, pero nunca puedes saber cuál es la especialidad del otro. Ya sólo por eso, conviene recapitular. Partimos de lo siguiente: Si la cabra tira al monte, una va a seguir con la inspiración de ver lo que no hay que ver, u oír lo que no hay que oír, o decir lo que hay que callar. En lo más crudo de las entrañas uno sabe, jeje, que casi no va a ser posible subirse al carro del camino de la nada, porque no es así cómo se sabe que no todo vale. No querría confundir una mierda pinchada en un palo con el arte. Ahora bien, y a dónde queremos llegar: al a pesar de todo y sin embargo. Y es entonces cuando la rebeldía da paso al conocimiento. Y no es confundir conocimiento con conformismo, sumisión, ni creer que mirar para otro lado es sabiduría. Personalmente, la rebeldía me ha hecho equivocarme, pero no en llamar las cosas como no son. Eso es lo que una se lleva, y lo que haces es conocer a modo de información que obtienes de los demás. Son simples datos, y ya no te paras a averiguar si es que es una mierda pinchada en un palo o arte, seleccionando según sople el viento, sino que son las dos cosas, o las tres: por separado, por llamar a las cosas por su nombre, y, juntas, porque es el todo lo que coges o dejas. En matemáticas, uno más uno son dos, y nadie dice nada. Pues aquí lo mismo: uno más uno son tres.

Tuve una riña de enamorados con el mundo

Lo prometido es deuda. En anteriores entradas del blog, dejaba entrever y hacía mención a lo que se me ha ido desvelando a lo largo del tiempo: la diferencia entre lo complejo y lo complicado. No sé si existirá técnicamente esa diferencia, o es una percepción que yo tengo y es una cuestión de matiz. Me lo voy a inventar, y es por darle un nombre a las cosas: y a las cosas diferentes, les asignamos conceptos distintos. Pues por darle un nombre, llamaré complejo a A y complicado a B (más adelante, C será simple y D sencillo). La psicología en realidad es pura matemática: la X es la incógnita, es decir, cuando llegas a la conclusión de que sólo sabes que no sabes nada. Todos somos matemáticos. Cuando establezco esa diferencia, es que complejo sería fundamentalmente la vida: lo de “son muchos los factores” explicativos de las cosas. Y complicado, sería hacer de lo complejo algo complicado… Que la vida sea compleja no es una opción, es realidad, está ahí y es así. Que compliquemos las cosas, es una opción, seguramente la opción equivocada. Para empezar, no vale la pena, pues ya es complejo todo lo que nos pasa como para añadirle sustancia… Precisamente, que seamos complejos incluye la opción de complicarnos. Pero como existe la posibilidad contraria a lo complicado, que es hacer que las cosas sean más sencillas, pues siempre será ésta la recomendación: hacer sencillas las cosas. Que no es simplificar: en el momento que simplificas, es como negar que el ser humano es complejo, es no entender que son muchos los factores. Vale, sí, da la impresión de estar dándole vueltas a lo mismo. De que da igual cómo lo llamemos. Es cierto, da igual, con captar el matiz es suficiente. Ésa es la idea: detectar la diferencia entre cómo funcionamos y qué hacemos con ese funcionamiento. Complejo sería la situación o el hecho en sí, y complicado sería la actitud que se toma ante lo que nos pasa. Sin embargo, hay ocasiones en que, por tratar de simplificar, se pierden detalles, no se tiene en cuenta todos los factores, y se acaba siendo injusto a la hora de comprender la situación o el hecho. Queriendo, legítimamente, hacer sencillas las cosas, se acaba simplificando… No sé si me explico. Y lo suyo es posicionarse en la sencillez, para no complicar las cosas ;-) Personalmente, hasta que he llegado a esa conclusión, me ha costado más de un desencanto. Confundí A y B, complejo y complicado. Y ahora sé que entender tiene que ver con A y D, complejo y sencillo (vs complicado y simple). Total, que la vida es compleja, y de ahí hacer de la vida una experiencia sencilla. Ni te complicas, ni simplificas en el sentido que he comentado antes. Y es entonces cuando se me puede ocurrir pensar que complejo y sencillo son los polos extremos de un continuo. Aunque, no sé, sí puede ser, sí. Lo que pasa es que, lo que parece sencillo, va y no lo es, y resulta que lo complejo es más sencillo de entender. A estas alturas de la disertación, voy a poner un ejemplo: los hombres y las mujeres… Dónde dice que las mujeres son más complicadas que los hombres? ah, claro, se nos llamó complicadas, no complejas, jejeje. Bueno, y es que los hombres no son complicados? o complejos ;-) Para dar en el clavo, complejos somos todos. Ahora bien, y complicados? pues será cuestión de según la persona, verdad? Pero, en fin, según la experiencia popular, la mujer es más compleja que el hombre. Pues, como mujer, a mi me parece que complejos son los hombres. Vamos a ver, no por rebote que me cojo, sino porque me veo a mi misma y digo: con lo fácil que es de entenderme! También es verdad que me crié entre hombres, y jugué con cochecitos y mi madre no usaba maquillaje porque estaba más guapa al natural… Pues así, poco femenina iba a salir yo. Pero bueno, soy XY, (XX el hombre, los genes hablan por sí solos). Quizás piense que el hombre es complicado, o se complica, porque en una relación (de cualquier índole) con una mujer (que teóricamente es la compleja pero es más sencilla que un lápiz), va y no nos entiende… Y es cuando pienso yo: si no me entiendes, es que el difícil de entender eres tú! O no? jeje. Venga, va, por ejemplo, en el amor (lo siguiente es hablar de lo enamorada del amor que lo explica todo… entrada de blog pendiente!). Qué es lo que no entiende el hombre en el amor? Vamos a ver: las mujeres, porque lo dicen los genes, o porque lo dice Disney, queremos sentirnos especiales. Y eso es lo más fácil del mundo! Además, precisamente, hay montones de películas, de canciones, y de novelas, que dan mogollón de pistas! Y aún así, los hombres, no se enteran! Que ya no será por desconocimiento, y eso lo sabemos las mujeres! Así que, ahí estará la mujer flipando porque no se la entiende! Por tanto, quedamos en que el hombre es más complicado que la mujer. Por no decir complejo, porque complejos somos todos… El amor es un apartado aparte, je. No tanto, pero nos llevaría por la calle que no tiene salida. El amor, por definición, no se atiene al sentido común como experimentamos en otras áreas de nuestra vida. Habría que tratar que fuera así, que respondiera al sentido común, y hay quienes recurren a la sensatez, para obrar en consecuencia. Por fin llegué a la certeza de pensar que ser consecuente era manejar todo lo de alrededor del amor, no el amor en sí. Y dejé de llamar amor a lo que no lo era. Bueno, un desencanto más. Porque no se entendió la diferencia entre complejo y complicado, mea culpa. Y me llamó la atención la reacción a las cosas. Quién delata a la locura, el gesto o el pensamiento? Hay un hilo muy fino entre complejo y locura. De hecho, seguramente sean conceptos intercambiables. Cuando no se nos entiende, por lo complejo, se le denomina locura. Y quien lo parece, lo es. Y es cuando no nos sentimos comprendidos, cuando nos volvemos locos. Incluso el desencanto es porque antes estuvimos encantados. También está el que no se encanta, pero son los menos, y lo que le encanta es quizás algo más automático, pero a eso no se le llama encanto. Aquí tratando de entender la mente humana ;-) Precisamente, está “El desencanto”, de Jaime Chávarri, película-documental de título sugerente. Como una cosa lleva a la otra, lo complejo hizo que acabáramos hablando de locura. Y entonces nos adentramos en otra diferencia: la forma y el fondo. El gesto es lo que más se ve, y el pensamiento es la sutileza de la forma, es decir, el fondo. Un mantenerse en las formas, mantiene el fondo en unos parámetros. La forma siempre nos va a escandalizar. Hay que tratar de mantener las formas. Sin embargo, el fondo, puede ser más escandaloso que la forma. El susurro de algo chirriante, no será más espantoso que lo obvio de la pérdida de la razón? A ver, es por ir entendiendo. Para nada es inocente una forma improcedente de hacer o decir las cosas. Pero es lo impune que quedan las poses políticamente correctas lo que me inquieta. Seguramente porque yo siempre fui más razonable en argumento que en presentación. El consuelo del desencanto es darse cuenta de que la forma importa, pues no quisiera yo perjudicarme a mi misma, ni a nadie, con mi teatro impresionista. No quiero que la técnica no deje ver la belleza del dibujo. El impresionismo es como cuando miras y te frotas los ojos, y sigue estando ahí. Con un poco de razón, terminas entendiendo la diferencia entre complejo y complicado, y te vas quedando con el encanto de lo que nos va quedando por vivir. No quisiera parecerme a lo que toca ser, siempre y cuando sea algo que me aleje de la belleza de lo que siento. Y quien no lo entienda, lo llamará locura. Y quien se sujete al otro hilo, el de la tirantez de lo normal, lo llamará locura. El hilo del que yo dependo, se llama tratar de ser normal en la forma, la forma de parecer normal. Desde luego, si no se me ocurre regalar la forma adecuada de estar, estaré equivocada. La locura sólo sirve para expresar lo que sientes de una forma llamada artística. Es vivir entretanto, haciendo de un sauce llorón, un estanque, y un puente, más hermoso aún.

Mucho, poco, o nada


Hablando de tele = caja tonta… para qué nos pondrán programas que tratan sobre cosas que, en todo caso, sólo podría ver por la tele? lujos que nunca podré llegar a testar, es para soñar en época de crisis? O en cualquier época de mi vida, porque crisis, puede ser siempre, siempre y cuando no voy a llegar a vivir lo que me muestran. Quizás son programas que ven quienes sí se pueden permitir esos lujos, y será lo único que comparta con ellos: ver esas opciones de cómo gastar el dinero, el dinero que ellos tienen. Será porque no tengo esa cantidad de dinero, pero a mí me daría coraje gastármelo en determinadas cosas; más que nada porque pienso que no lo valen. Una cosa es pagar lo que cuestan las cosas, y otra es pagar por lo que quiere uno parecer que cuestas las cosas. Ahí está la diferencia entre pagar el precio, caro, que te ponen a las cosas, y el precio que quieres dar a entender que puedes pagar, caro. Es por lo caro que uno pagaría las cosas. Y eso es lo que me parece desorbitado. Pero bueno, por ahora, para mí, ese no es el problema. Yo pago algo caro porque no tengo más remedio que pagar, aunque me parezca caro: tengo que pagar piezas, mano de obra, etc etc, aunque me parezca caro. Y luego está quien paga lo caro porque quiere lo caro para parecer que lo puede pagar. Al fin y al cabo, sigue siendo intercambio, el trueque de toda la vida. Una vez tuve la oportunidad de soñar que vivía soñando, y me pedí en mi superhabitación de hotel un trozo de pastel de chocolate, y me lo sirvió un camarero con guantes blancos, y yo le devolví una sonrisa de pretty woman. Y esto fue nada más y nada menos que en Nueva York, y siendo muy jovencita. Imaginaos el sueño hecho realidad. Tuvo su gracia, y ahora es un recuerdo, que tiene su gracia contar, y pienso que una se podría acostumbrar. Y, claro, en el momento en el que eso se vuelve habitual, ya no tiene el encanto del momento soñado, que es lo que puedes contar. Si tuviera tanto dinero, seguro que no sería como soy. Un gran conocido rico, lo que hizo con su dinero es gastárselo a tutti plen, no le faltaba de nada para sus necesidades, creadas, caprichos y ocurrencias, pero invirtió dinero en aportar a la humanidad ese dinero que movía investigaciones y causas para tratar de avanzar en planes que contribuyeran a entender y descubrir razones, y eso siempre será de agradecer. Los ricos no siempre son detestables, por razón de envidia sana que no pasa nada por decir que uno también querría tener muuucho dinero y poder decidir, incluso decidir en arrimar el hombro a obras admirables. Además, ya se ha pensado en premiar a quien contribuye: se llama desgravar. Eso es genial. Premiar al generoso, es de ley. Incluso a quien quiere hacer la jugada de, con el dinero ganado sospechosamente, va y lo invierte en su propia fundación, que todo revierte en uno mismo, pero por lo menos contribuye a lo que hace falta en la sociedad. A mi eso, me hará gracia, pero vaya que tiene gracia, no? No sé si me he explicado: una empresa va y crea una “empresa” paralela llamada fundación, la cual desgrava porque ayuda a los pobrecitos de la sociedad, lo cual es de agradecer porque los pobrecitos existen, y el dinero ganado por esa empresa, ya está justificado y les revierte en que así pueden justificar sus ganancias o intereses bancarios. Si no pasa nada. A ver, lo que vaya escribiendo yo aquí en el blog, no pasa nada! Nunca pasa nada. Sólo es contar, contar sueños, contar en el insomnio, lo que va pasando por mi cabecita, cabecita contaminada por la vida, en todo caso, porque preferiría tener pajaritos, pero es que la vida, resuena y no se puede evitar: la vida está para escribirla, y yo estaré para ir contando lo que se me ocurre en horas de sueño, sueño que me quita la vida. Qué más da: el otro día oí que en la vida nadie ha llegado a nada.

La semejanza está en la diferencia: nos parecemos en que venimos de las cuevas, luego ya...


El calorgg, no me deja dormirgg. Vamos a ver: lo que es la jornada anual, digamos que está organizada de tal forma que en agosto, que es cuando más calor hace, tengamos vacaciones. Si nosotros mismos los humanos, hemos influido en la temperatura planetaria, pues ahora el calor abarca más meses, que el invierno fue largo y el verano espérate, que ya no hay ni otoño ni primavera, por consiguiente, las vacaciones ahora deberían de durar más, jiji. Por no tener un aparato de aire acondicionado, lo que tengo en mi habitación es un ventilador de esos con pie, y cuando me medio despierto, aún inconsciente, me creo que es alguien que está ahí de pie mirándome. Y no, es el ventilador. Menos mal, fíjate tú el susto. Pero es que, fundamentalmente, me cuesta conciliar el sueño, con calor o con frío. Y el frío? que no te puedes ni mover, lo cual sería la solución, para entrar en calor, pero no, es un frío que hiela, que te cala, que te ficha! Y como no tengo el susodicho aparato acondicionador de ambiente, lo que me pongo es un radiador, del cual no te puedes separar porque si no, no notas el calorcito. Uff, qué calor pensar ahora en calor! Lo del tiempo en la tele ya es la reostia: me voy a resfriar igual aunque sepa que va a cambiar el tiempo! no ves que voy vestida de turista en mi propia tierra? En invierno hace frío y en verano calor, punto. Me acabo de cargar una profesión, perdón. Es que en la tele echan cosa interesante. Por qué llamarán a la tele “caja tonta”? tonta o tonto es quien hace o dice tonterías, por lo tanto, tonta o tonto serás si seleccionas de la tele lo que no vale un pimiento, pero lo que es la tele, en sí misma, es un invento curioso de mil utilidades… Sí, los documentales de La Dos. Pues no es por nada, pero hay documentales que son lamentables, que no sólo los uso de banda sonora para la siesta, sino que alguno he visto, y me parece poco acertado que un documental trate de cómo se adaptan unos leopardos al mundo salvaje habiendo nacido y habiéndose criado en cautividad. Pues qué quieres? los pobres leopardos no tienen ni idea de cómo cazar ni a quién cazar, que no han tenido ningún modelo en su vida, y lo que ves en el susodicho documental es cómo se hacen pupa tratando de cazar lo que no deberían. Es que, en los documentales hay salvajadas pero no porque salgan animalicos del señor, sino porque lo han realizado humanos… En fin, que sufro mucho viendo a los leo-pardillos… Y algo que he visto el otro día en la tele = caja tonta, es a un montón de gente reunida en Barcelona. Yo creía que era porque tenían ganas de que ganara España el mundial de fútbol, que sería como una superprevia celebración un día antes del partido, al fin y al cabo, la mitad del equipo juega en el BarÇa. Pero no, es porque quieren decirle “adeu” a España. Vaya. Para empezar, sé lo que quiere decir “adeu”, seguramente por la “cercanía”, que vivo en Alicante, además de que en valenciano se dice igual… Es decir, no me preguntes cómo se dice “adiós” en chino que no lo sé. Bueno, si no lo sé, no será sólo por la lejanía de China, sino porque soy una inculta. Inculta en muchas cosas, puff, hay tantas cosas en el mundo que desconozco… Y ni me dará tiempo en una sola vida a conocerlas todas. Hay que seleccionar. Aunque no lo hago yo sola: ya me seleccionan lo que aprendo. Aunque es cierto que hay un abanico de posibilidades de aprendizajes, aunque también seleccionado por otros. Si nos ponemos así, la culpa de todo la tienen nuestros antepasados de las cuevas… Por supuesto, véase la imagen que acompaña a este escrito, jaaa ja (os creíais que iba a hablar sobre la diferencia entre hombres y mujeres, eh? pues otro día). Total, que lo de Barcelona era una manifestación. Pues “molt bé”, muy bien. Se llama libertad de expresión, o democracia, o tener que estar reivindicando porque el sentido común es el menos común de los sentidos… Básicamente, me da igual que se llame Cataluña, o País Vasco, o País de las Maravillas. Yo lo llamaría Mundo, pero claro, es como demasiado amplio. Delimitar países, fronteras, o naciones, es lo que ocurre en el cerebro de las personas, que están de-limitados hasta la bandera… qué bandera? Ha quedado guay eso, eh? Principalmente, no sé si lo que me sorprende es lo que echan en la tele, o lo que se ve en la tele. Es decir, una cosa es lo que nos muestran, y otra lo que se ve en la muestra. Vale, sí, me sorprenden las dos cosas. Si a mí a hora punta me pones “Aída”, o “La que se avecina”, o “Aquí no hay quien viva”, pues me río y ximpum. Si me pones las noticias, pues, qué quieres que te diga? me espero a la parte “variedades”, que es como la parte del final del periódico, el que sea. Si lo que veo, o leo, es que los ciudadanos se manifiestan para no ser españoles, pues necesito mi dosis de “Nip y Tuck”, que me encanta. O “House” o “CSI” y sus cien mil temporadas. Aunque lo mucho bueno aburra, las noticias nos las dan todos los días, no? cuál es la diferencia? Me parece genial que la gente se exprese: siempre apoyaré que la gente diga lo que piense, otra cosa es lo que dice y piensa… Es el voto en blanco: vivo agradecida de que pueda votar. Y, otra cosa, es qué votar, qué decir, qué pensar… Puedo entender que las personas quieran, o necesiten, reconocerse en una identidad, pertenecer a un grupo, y velar por sus intereses comunes de ese grupo limitado. Lo que me chirría es esa limitación, esa frontera. Y ya estamos otra vez: una cosa es la semejanza, y otra cosa es la diferencia. La semejanza, si lo pensáramos bien, es poco atractiva. Que nos parezcamos, no nos aporta nada nuevo. Pero es en la semejanza donde nos reconocemos y donde nos sentimos cómodos. Es inevitable: lo suyo es compartir, y para eso hay que parecerse. Ok, sí. Ya, pero otra cosa es hacer de la semejanza lo que nos confronta con la diferencia. Es entonces cuando quienes se parecen están situados lejos de los otros que se parecen. Y la diferencia, no es más que aquello que explica las miles de opciones. Lo que no se entendería es limitar las opciones. Teniendo en cuenta que la diferencia existe, hay que contemplarla, pero no como excusa para enfrentarse o verlo como rivalidad. El conflicto cuál es? O es que uno quiere imponer su punto de vista, o es que uno no quiere que alguien venga y le imponga su punto de vista. Lo más claro de ver es que nadie tendría que tratar de imponer su punto de vista, y nadie tendría que tratar de que nadie le imponga su punto de vista. También es verdad que lo más común es decir que nadie trata de imponer su punto de vista, sino que simplemente son diferentes puntos de vista, lo que suele ser engañoso, porque al final, la diferencia, nos separa seguro, y el equivocado es el que en el fondo no ve razón en la diferencia de estar separado del diferente, porque es el que se va a llevar el disgusto de comprobar que la diferencia separa, y enfrenta. Y yo me siento un poco así, y de ahí lo que estoy escribiendo. Si la democracia es una forma de funcionar, cuando haya una mayoría que diga que no quiere ser español, pues ale, adiós, yo no seré quien obligue a nadie a ser quien no quiere ser, ancho es el Mundo. Pensaré que es una mentalidad limitada, lo cual ya me diferencia, pero no haré de esa diferencia una excusa para no sentirme, en todo caso, habitante del planeta que me ha tocado vivir en la tómbola… Si hubiera nacido en Plutón, serían otras mis preocupaciones. Me ha tocado vivir aquí, pero no por eso voy a aceptar cualquier planteamiento como válido. Respetaré esas opciones, y lucharé por que existan opciones, pero no tomaré como opción el establecer diferencias que lleven a conflictos, porque mi forma de pensar es que la diferencia no es lo mismo que conflicto. El problema está en no respetar y que seguramente se utilizan argumentos para establecer diferencias, lo cual ya es espantoso. No sé, podríamos dividir el país según la longitud de nuestra nariz, en vez de la lengua e identidad histórica bla bla bla. Yo me puedo parecer más a un chino que a mi vecino, no? depende del chino y del vecino. Es que, si nos ponemos así… Por ejemplo, yo no hablo valenciano, pero es porque no lo hablo, joer, es sencillo de entender, no? y resulta que, si no lo hablo, pues no puedo ser funcionaria en lo que viene llamándose Comunidad Valenciana. A ver, el saber no ocupa lugar, y quien hable valenciano, pues que pase por delante de mí y ocupe plaza, ea, un punto más que yo porque le puede hablar a más gente, en igualdad de condiciones de desarrollar la profesión estupendamente, eh? que una cosa es que alguien que hable valenciano esté por delante de mi sólo porque habla valenciano, no por el resto de preparación a nivel profesional, y otra cosa es que, el que habla valenciano, tiene mi mismo currículum pero en valenciano, eso ok, le doy la enhorabuena y ya está (lo que pasa es que no hay dos currículums iguales). Por supuesto, que no me venga nadie a decirme que en tiempos de Franco bla bla bla, porque yo vivo en el 2010. Y en el 2010, tengo que hablar valenciano, que sí, que lo puedo estudiar como estudié el inglés. Yo no sé si se sabe que con el inglés puedo viajar y con el valenciano no. De hecho, el valenciano es para quedarme aquí, en la Comunidad Valenciana, no para viajar. Yo no le digo a nadie que no hable valenciano, pero a mi sí que se me dice que lo hable. Es entonces cuando retomo lo de las opciones, y lo de las limitaciones. Reconozco que para mí es una limitación, pero no es una opción. Ay, sí, puedo optar por aprender el valenciano, verdad? claro, porque si no, no puedo optar a opositar. Ups. Es fácil de entender: si no he aprendido el valenciano, es porque puedo vivir donde vivo hablando en castellano, no es por ninguna extraña razón, que siento en el alma que se llame a esto "tema delicado"... Básicamente, después de lo que os estoy contando, entre catalanes manifestándose, el valenciano que no hablo, y lo absurdo que me resulta el planeta entero, ni con el programa “españoles por el mundo” voy a encontrar mi sitio. También es verdad que en otra época pasada me tendría que haber exiliado ya. Es por lo que seguiré votando (a veces en blanco): que cada uno sigamos soltando por esa boquita de piñón lo que quiera. Eso incluye a quienes salen en la tele que son portavoces de partidos políticos camuflados en forma de periodistas que sólo dan su opinión. Serían como “profesionales de la opinión”, porque viven de opinar. Llega un momento en que se confunde lo que es opinar con lo que es trabajar por hacer cosas. Si se trata de soltar por la boca, pues supongo que es por eso que lo llamaron “parlamento” a lo que hacen los políticos, que es lo mismo que hacen los periodistas. Y es lo mismo que hago yo aquí! Quizás a ellos les pasa como a mí: que no tenemos más remedio que simplemente hablar. Jo, pero hay quienes pueden hacer más: que lo hagan, que dejen de corroborar diferencias, cuál es el tema? el conflicto? la diferencia? o el aunar esfuerzos? La idea entonces es: vamos a separarnos para unirnos, porque digo yo que si lo que ahora no es nación y reivindican ser nación, después vamos a seguir hablándonos, no? además, en el momento en el que los catalanes se separen de los españoles, el idioma que nos va a unir es el inglés, je, al fin y al cabo, el idioma y la identidad que realmente nos separa y nos une es el dinero, pero dicho así, queda poco romántico, así que, habrá que entender que los políticos mencionen cosas como la lengua y la identidad, que es más emocional. Y lo que a cada ser humano nos mueve es lo que venimos siendo desde las cuevas. Un alivio, como mujer, es que el dibujillo que os he puesto en esta entrada del blog ahora a mí me haga reír, aunque vaya por delante a ver si va quedándonos más claro que muchas cosas de las tradiciones o guiones que prevalecen deben de pasar a la historia para ir quitándonos prehistoria de encima.

Divino

Las frases de Giulio Andreotti, peli "Il Divo", de Paolo Sorrentino.

Se dijo de Andreotti que "Parecía tener una aversión positiva a los principios. Estaba incluso convencido de que un hombre de principios estaba condenado a ser un hazmerreír". Ahí van sus principios:


Lo leímos en los evangelios, cuando a Jesucristo se le preguntaba lo que era la verdad, él nunca respondía.

En las novelas policíacas siempre se encuentra al culpable. En la vida real casi nunca ocurre.

La mezquindad de un hombre bueno es muy peligrosa.

El dictador más difícil de odiar es uno mismo.

Sé que soy un hombre medio, pero cuando miro a mi alrededor no veo ningún gigante.

Pensar mal de tu prójimo es un pecado, pero has acertado.

No tengo vicios menores.

Las notas... de clase

Yo nunca he sido buena estudiante, principalmente porque no me gusta estudiar, ea, y porque no me gustan los exámenes (a quién?), es más, los exámenes siempre me han estresado. No me gusta tener que hacer trabajos, resúmenes, esquemas, y estudiar como un papagayo. A clase iba a pasar el rato, como mucho me han interesado las asignaturas que entendía, y las que el profesor o profesora proponía algo más o menos interesante. Y no me ha ido nunca al salir de clase el ponerme a estudiar, lo que quería era despejarme de libros y apuntes. Pero mira, yo soy de las que han ido a clase, y en mi casa pasaba los apuntes a limpio. Y, bueno, un par de semanas antes de los exámenes, a estudiar corriendo corriendo. Nunca he podido confiar en mi memoria, por lo que lo del papagayo poco: o entendía lo que estudiaba, o no se me quedaba. Así que, imaginaos lo que mi cerebro podía retener: prácticamente nada porque lo que se estudia en general son datos y de entender hay poca materia… Y por inercia, me saqué la EGB, el BUP, el COU y la selectividad. Vamos, llegué a la selectividad acojoná, pero la nota fue suficiente como para entrar en Psicología. Y que sepáis que la Universidad es otro rollo. Ahí hay que estudiar. A ver, antes también, pero la Universidad ya es más a saco. Ya no es inercia, es dedicación. Yo no me he pasado la carrera en la cafetería, yo iba a clase, así tenía algo medio hecho, que es el haber escuchado los temas. Aunque depende de la clase, porque te ves a ese profe hablando de todo menos de lo que entra pa examen, y eso sienta mu mal al alumno. También recuerdo que un profesor me cogió manía porque yo soy de las que hacen preguntas en clase, que me beneficio yo porque me aclaro contenido y se beneficia el resto de alumnos que están igual de perdidos que tú pero no preguntan (eso es porque son papagayos y confían en su memoria de estudiar sin entender), y el hombre, el profesor, pues no parecía muy resuelto en la materia, pero yo lo que le dije es que yo no iba a clase para luego irme a mi casa llena de dudas (ahí es cuando me cogió manía). Hubo un poco de todo: el susodicho profe que te coge manía, las asignaturas en las que sacas buenas notas porque te lo curras, la asignatura que suspendes y que ni vas a revisión porque sabes que te salió una patata de examen y por vergüenza entiendes que estudiarás más y mejor la próxima vez, y la profe que te pone un 4’9 y a esa sí que vas a revisión pero la mujer te deja la asignatura para septiembre. Finalmente, me licencié. Y volé lejos de las aulas. Y resulta que es el lugar del eterno retorno. Una vez que has comenzado la andadura de los estudios, ya no paras, porque tener una carrera no es nada. Luego es especializarte, actualizarte y remasterizarte. Ok. Y después de tanto tiempo, los años pasan y no perdonan, volví a las aulas, volví a ser universitaria. Mi primer master (el de sexología) no me dio tiempo a estresarme porque no fue intenso, me refiero a contenido de temas y el horario, porque las clases eran una vez al mes, sí fue intenso en emociones y relaciones, que siempre hay que estar cayendo bien y yo caigo mu mal, pero bueno, en cuanto a estudiar, ok, el temario ok, te organizas y lo sacas. Mi segundo master (el nuevo CAP), es el que acabo de finalizar. Éste sí que ha sido intenso en todo: en emociones y relaciones porque no aprendí a pasar de todo, y en temas y horario, que las clases han sido de lunes a viernes. En concreto, lo de intenso en emociones y relaciones tiene que ver con el ámbito en el que nos estamos moviendo: como alumna, te relacionas con el resto de alumnado que son tus compis de clase, y te relacionas con el profesorado, que son los que te ponen la nota. Efectivamente: a quién hay que caer bien? jejeje, no se puede caer bien a todo el mundo, y yo que me creo tan maja, voy de guay con compis y profes, y no se puede tener todo. O te sientes profundamente alumna y velas por los intereses tuyos y los de tus compis y abres la bocaza y el profesorado te coge manía, o pasas de tus compis y te centras en el contenido, estudios y conocer al profesorado para saber qué piden. Insisto, quién pone la nota? Pues está claro, no? Y en cuanto a temas y horario, pues ya os digo, el masterCAP ha sido mi vida durante un año. Y resulta que no es el típico master que hay uno o dos exámenes y que te lo sacas, aunque haya que hacer trabajos y tesina, al fin y al cabo, algo hay que hacer, sino que aquí, en el masterCAP éste, ha habido asignaturas y notas. He contado que no me gusta estudiar, por lo que, mi preocupación en cuanto a notas ha sido por lo menos no ver un 4’9. Para mí, el 5 ha sido siempre motivo de celebración. Sonaba la flauta ;-) Pero debe ser que con la edad, te vas dando cuenta de que las notas cuentan. Y vamos a lo de siempre: es que somos muchos, y por una décima te quedas fuera. La vida es un gran embudo; de hecho, se me ha quedado cara de embudo con tanto requisito y prerrequisito. Total, que me he preocupado. Pero habíamos quedado en que la chiquilla (yo) no había aprendido a pasar de todo, y preocuparse más no pasar de todo es una combinación explosiva. Puedes preocuparte, pero pasar, y ahí queda todo. Pero las dos cosas, puerto equivocado. El mejor ejemplo es que veáis la peli “Il divo”: el hombre, un político, se preocupa, se cabrea, pero él sólo y en su casa, y luego sale a la calle como si nada. Para mí, desde luego, y a partir de ya, se ha convertido en un buen referente. Estoy harta de vivir en mis propias carnes el preocuparme y el no pasar de todo, que los disgustos me los llevo yo solita. Cuando resulta que me he encontrado en este nuestro querido masterCAP con un pie en el alumnado y otro pie en el profesorado. Seguramente tenga que ver con que yo ya era así, pero es que además, he tenido la oportunidad, vaya por dios, de estar en el lado del profesorado, y he llegado a ser la profe mala porque pedía a los adolescentes alumnos que hicieran los ejercicios en clase… En fin. Pues mira por dónde, me ha jodido ver una nota baja en una de las asignaturas del master. Hay unos criterios de evaluación, que tranquilamente una va a revisión para que el profesor de turno te los explique. Hay ocasiones en las que sales de su despacho entendiendo tu 7’7, lo cual refleja que hablando se entiende la gente. Pero en otras ocasiones, no entiendes tu 6’6. Y los criterios de la profesora de turno son inamovibles. También es cierto que en este país cuesta bastante rectificar: una vez que se ha tomado una decisión, es muy difícil cambiarla. Lo del sentido crítico y lo de la reflexión es algo que parece ser que va en contra de uno mismo. Me permito el lujo de cuestionar el comportamiento de una profesora porque el sentido crítico me lo aplico primero yo a mi misma, lo que me da derecho a aplicarlo al mundo que me rodea. Sin embargo, funcionar así es una equivocación. El sentido crítico, que es como el sentido común, pues para mí misma, verdad? Ah, amigo, es que los profesores no se equivocan? Si hay una posibilidad entre un millón de que mi nota se reconsidere y cambie, como alumna he de “preocuparme”, teniendo en cuenta el embudo. Por qué me tengo que comer con patatas un 6’6 cuando podría tener un 7? por ejemplo. Todo va de no haber entendido lo que pedía la profesora, pero es que ningún alumno lo entendió. Entonces, el 6’6 no es mío, es del profesorado. Ole ole. Pero claro, eso explícaselo al embudo. Aquí podemos entendernos los unos a los otros: yo debí preguntar, pero la profesora también podía haberse expresado mejor. Vamos, que si no tengo el 10 es porque no pregunté, no porque la profe no se expresó mejor. La culpa es mía seguro. Y digo yo, las revisiones de exámenes, para qué están? Me va a demostrar el profesorado que es capaz de ser flexible? O con lo que se va a encontrar el alumno es, no con una piedra en el camino, sino con una roca? Sinceramente, me da la impresión de que la vida te enseña a ser fría, calculadora, parecer una cosa y ser otra (no es necesario ser sincera), y que es un tablero de ajedrez nada motivante ni enriquecedor. A mala hora como alumna me creí pertenecer a un grupo de alumnos, y a mala hora me topé con profesores que confunden el plural con el singular (lo de "es que vosotros los alumnos", y yo sólo soy una, pero bueno). Cada uno va a la suya. Yo, también, por lo menos aquí en el blog. Por experiencia como alumna y profesora y como persona que hasta ahora no pasaba de todo…: Como alumno, no te sientas profundamente alumno que tampoco hace falta ir reivindicándolo todo. Como profesor, tampoco te sientas profundamente profesor, que siempre va a ser más esperanzador dar alegrías. Y luego resulta que la vida es un pañuelo, y cuidao, que con los compis alumnos que no conectaste se hacen los locos, cuando es mucho más sencillo conectar en que no conectas, pero bueno, y con los que creías que habías conectado, tampoco te hagas ilusiones que depende del contexto, y con los profes, nunca sabes luego dónde te los puedes volver a encontrar. Si fuera en un pub, ya sea como alumno o como profe, va y parece que la vida es igual de estresante para todos, va a ser que majos somos todos.

Hacer

Se dijo, pero no se escuchó.
Se escuchó, pero no se entendió.
Se entendió, pero no se aceptó.
Se aceptó, pero no se llevó a la práctica.
Se llevó a la práctica, pero, ¿por cuánto tiempo?

Konrad Lorenz

A veces nos pasa...



Picture perfect memories,
scattered all around the floor,
reaching for the phone cause, I can’t fight it any more,
and I wonder if I ever cross your mind,
for me it happens all the time.

It’s a quarter after one, I’m all alone and I need you now,
said I wouldn’t come but I lost all control and I need you now,
and I don’t know how I can do without, I just need you now.

Another shot of whiskey, can’t stop looking at the door,
wishing you’d come sweeping in the way you did before,
and I wonder if I ever cross your mind,
for me it happens all the time.

It’s a quarter after one, I’m a little drunk,
and I need you now,
said I wouldn’t call but I lost all control and I need you now,
and I don’t know how I can do without, I just need you now.

Yes I’d rather hurt than feel nothing at all,
it’s a quarter after one, I’m all alone and I need you now,
and I said I wouldn’t call but I’m a little drunk and I need you now,
and I don’t know how I can do without, I just need you now,
i just need you now,
oh baby I need you now.

LADY ANTEBELLUM - Need you now