Conclusiones



Espacio para compartir las teorías psicológicas que llevamos dentro...

Psicología, Sexología, Salud, Educación, Filosofía, Opinión, Comunicación, Divulgación, Humor, Política, "Mascotas"...





Día Mundial del SIDA

Hoy se celebra el Día Mundial del SIDA, y conocer qué es el SIDA, cómo se adquiere, cómo se transmite y cómo se puede prevenir formaría parte no sólo de lo que, como sexóloga, llamaría Educación Sexual, sino que se incluiría en alguna asignatura denominada Educación para la Salud, pues dicha enfermedad no sólo se transmite vía sexual. Tiene que ver con la salud, pero no sólo con la Salud Sexual. Asociar SIDA con sexo es sólo hablar de una parte, y sería reducir la información, además de que dejaría al sexo en muy mal lugar… Entonces, tendríamos que decir que es como todo, es decir, todo lo conocido en el planeta, conlleva unos riesgos, por lo tanto, el sexo no lo iba a ser menos; el sexo tiene sus riesgos, si se lleva a cabo sin tener en cuenta esos riesgos. Si el sexo, por ser sexo, es pecado, es malo, y se asocia al SIDA, entonces sería lógico lanzar mensajes negativos, pero, como el sexo ni es pecado ni malo ni es lo único asociado al SIDA, habría que comunicar, para ser más exactos, que, con lo que hay que tener cuidado es con los riesgos, no con el sexo. El sexo practicado con seso, es tan saludable como comer sólo una onza de chocolate, no toda la pastilla de chocolate… o comer una determinada cantidad de huevos a la semana: si comes más, ea, colesterol, y ninguno de nosotros queremos tener el colesterol malo alto, verdad? y el huevo se sigue recomendando, porque es el alimento proteico más completo (una, que es sexóloga pero también con mi curso de nutrición humana, a ver, será por cursos!). Por lo que nos toca aquí en el blog, aquí en Internet, hay un montón de webs sobre SIDA, vamos, y sobre sexualidad y sobre un montón de cosas. Es por eso que yo soy la antítesis, porque, podría confeccionar el blog a modo de información sobre sexualidad, pero ya os habréis dado cuenta de que no lo he hecho así, pero por supuesto, si alguien quiere información específica sobre algo, se la puedo dar, no hay más que dejar mensajito. Sin embargo, va siendo que me pareció más interesante simplemente crear entradas de blog e invitar a comentarios no tanto de información pura y dura, sino más bien transmitir actitudes, así, claramente, que se corresponde con lo que siempre está ahí pero no es tan obvio. No es lo mismo ser una enciclopedia, que ir comentando la enciclopedia. Ese sería nuestro caso, que comentamos. De todas formas, para argumentar la posición de este discurso, efectivamente, citaré algunos aspectos sobre el SIDA. La diferencia entre VIH y SIDA, es que el VIH es el virus de inmunodeficiencia humana, y SIDA es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El SIDA es la manifestación del VIH. Una cosa es la infección y otra cosa es la enfermedad. Si hay infección, es importante saberlo porque ya podemos actuar. Que luego sobrevenga la enfermedad, significa que una vez que se manifiesta el SIDA, lo que te pasa es que tu sistema inmunológico se debilita, y quizás sea una gripe quien te lleve al otro barrio. Actualmente el SIDA es una enfermedad crónica, es decir, que te toca pasarte el resto de tu vida consumiendo fármacos, y que no tienes por qué morirte. Esto es un avance, por supuesto. Pero la cantidad de fármacos que tienes que tomarte es como para llevar un maletín, aunque también esto es cada vez menos así, y los efectos secundarios, no son secundarios, son principales… He podido oír cómo se dice por ahí que el hecho de que ya no sea una enfermedad terminal hace que la gente se relaje. Y digo yo, que saber que tienes el SIDA no sé a quién puede relajar… Incluso una vacuna, puff, eso sí que iba a relajar… Insisto, no sé a quién. También es verdad que no es lo mismo una enfermedad crónica, donde la industria vende fármacos crónicamente, que una vacuna, donde quedas, precisamente, inmunizado, y no hay virus que nos haga nada… Sí se venderían muchas vacunas, sobre todo si nos dijera Sanidad que es que hay que vacunarse por ley, que aún habría más moral ahí que en dispensarnos crónicamente los medicamentos para los síntomas que van apareciendo en la enfermedad. Yo misma puse aquí en el blog información en relación a lo cerca que se está de una vacuna para el SIDA. Otra cosa es que se haga realidad. En fin, a quienes cuya actividad laboral tiene que ver con este tema, los demás lo único que nos queda es confiar en que el ser humano sea capaz de descubrir una vacuna que sería un hito en la historia. Ya sólo por eso, vale la pena investigar, y rezar por que el milagro tenga lugar. Es mejor contar que el ser humano descubrió la vacuna contra el SIDA, que no contarlo. Eso, nos tiene que quedar claro, independientemente de la Economía. E independientemente del mensaje de la Iglesia… A ver, la Iglesia puede opinar, como lo hago yo, vamos, yo ya puedo dar gracias a Dios de poder opinar, distinto, así que, por qué no iba a hablar la Iglesia? De verdad, parece que me pase algo con la religión, en concreto, la que viene siendo la mayoritaria aquí en España, pero en realidad, joer, hablo bien de ella! Personalmente, tengo fe, en quién? pues en los humanos que tienen fe en Dios. De hecho, creo que el Papa piensa como yo, pero se hace el interesante, jejeje. Entiendo (yo, que lo entiendo todo), que el Papa trate de mantener un discurso que es el que le toca proclamar porque es el Papa. Es como cuando uno es jefe, tiene que ser incomprensivo porque es jefe, o sea, un jefe no va a valorar tu trabajo, lo que hará será ser jefe, es decir, actuar sobre todo con frialdad y sin piedad, ya ves. Pues lo mismo le pasa al Papa. El puesto determina bastante, jejeje, es lo que se espera de uno. Oye, no debe ser fácil. Cuando el Papa habla, tiene a todo el mundo ahí analizando cada palabra. Eso vamos a hacer ahora, ole ole. Pude leer en un periódico que en palabras del Papa, decir “no” al condón es una irresponsabilidad, versus “comportamiento sexual responsable”. Pues no acabo de decir que el Papa opina como yo? ni que el Papa hubiera estudiado dos años de Sexología. Ay, siempre lo diré: no hace falta estudiar un master para ser coherente, estudiar sirve para decir que teóricamente has de ser coherente (otra cosa es que lo seas) y para tener un papel que diga que sabes del tema (otra cosa es que sepas). Y entonces la Iglesia promulga la siguiente iniciativa: abstinencia o castidad, fidelidad, y condón o preservativo. La abstinencia o castidad suena como muy a Iglesia, de toda la vida; la fidelidad, que alcen la voz quienes creen que eso es imposible, sobre todo, hasta ahora, los hombres, que alguno hay que cree que el género masculino es infiel por naturaleza (porque tiene que estar echándole el ojo a todo lo que se menea no vaya a ser que tenga que colocar su simiente en todas las féminas del planeta), y la utilización del condón, en eso, el Papa y la Sexología coinciden. El condón es la herramienta de elección tanto para lo que vamos hablando, es decir, el VIH, como para cualquier otra infección que pueda transmitirse vía sexual, así como para la prevención de un embarazo que no se quiera adquirir… No siempre hay que estar procreándose. Precisamente, la inteligencia humana tiene que ver con actuar sobre la naturaleza. La ley de la naturaleza dice que si mantienes relaciones sexuales interpretadas a modo de coito vaginal, hay posibilidad de procrear, y entonces el ser humano, que es más listo, va y descubre una funda que lo evita. Existirá el placer de mantener el coito sin que exista la posibilidad de procrear. Eso, se llama inteligencia. Así, es el ser humano. Decir otra cosa es decir que cada uno haga lo que quiera. Sabiendo, es decir, contando con la información, ES DECIR, teniendo la información a nuestro alcance (la Educación), cada ser humano elige lo mejor para cada ocasión que nos ofrece la vida. Ahí, digo yo que la Iglesia, la industria farmacéutica, y cualquiera de nosotros, entenderemos que el ser humano es diverso, que opciones hay mil, y que riesgos van a haber siempre. Desde aquí, lo único que puedo decir, es que, es verdad que a la Iglesia le interesa una cosa, que a la industria otra, y que a mi, como empedernida “estudiosa”, otra. Pero lo esencial es reconocer qué es lo que le interesa al ser humano.

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